miércoles, 11 de noviembre de 2020

El amor

 

Duela amar a alguien y no ser correspondidos,

pero lo que es más doloroso es amar a alguién 

y nunca encontrar el valor para decirle

 a esa persona lo que sientes.




Talvés Dios quiere que nosotros conozcamos

a unas cuantas personas equivocadas

antes de conocer a la persona correcta,

para que al fin cuando la conozcamos,

sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo.






El Hombre y la Mujer

 


El hombre es el cerebro, la mujer el Corazón;

el cerebro fabrica la luz, el corazón el amor;

la luz fecunda, el amor resucita.


El hombre es fuerte por la razón;

la mujer es invensible por las lágrimas;

la razón convence, las lágrimas conmueven.


El hombre es capáz de todos los heroísmos;

la mujer de todos los martirios;

el heroísmo ennoblece, el martirio sublima.


El hombre es un código;

la mujer es un sagrario;

el código corrige, el evangelio perfecciona.


El hombre es un templo;

la mujer es un santuario;

ante el templo nos descubrimos,

ante el santuario nos arrodillamos.


El hombre piensa;

la mujer sueña;

pensar es tener en el cráneo una larva;

soñar es tener una aureola en la frente.


El hombre es un océano,

la mujer es una lago;

el océano tiene la perla que adorna;

el lago la poesía que deslumbra.


El hombre es el águila que vuela,

la mujer el ruiseñor que canta;

volar es dominar el espacio,

cantar es conquistar el alma.


En fin,

el hombre está donde termina la tierra;

la mujer donde comienza el cielo.